jueves, 14 de julio de 2011

KUMBIA QUEERS ROSARIO ROCK!!!!




gracias a Gala y gustavo por la nota...
http://www.rosariorock.com/i2850-kumbia-queers-a-puro-baile/

Kumbia Queers
A puro baile
Gala Décima Kozameh
Gustavo Villordo


Sábado 9 de julio - Café de la Flor

Luego del show de Kumbia Queers el sábado pasado en el Café de la Flor, la pregunta es: ¿Cuántos tragos necesita el rockero rosarino, aquel retobado que nunca baila en una fiesta, para moverse una noche al ritmo de una cumbia tropical?

Al comienzo de la jornada la sensación era que los apretujados asistentes en el patio del bar no moverían los pies mas que para ir a buscar cerveza a la barra. Viejos punk rockers locales, nuevas generaciones curiosas y algunos “queers” eran los espectadores. Es decir, muchas caras de malo, tachas, cuero y las clásicas y gastadas remeras de los Hosen y Dead Kennedys inundaban el incómodo lugar. Faltaban las crestas y la convocatoria era más que evidente.

La noche fue de chicas. Primero con Lo que vos quieras, un grupo mixto compuesto por dos chicos y, obvio, una bajista, mezcló mucha computadorita con duros acordes de bajo mientras la muchacha cantaba suavecito. Más tarde las mujeres de ¿Dónde está Julia? amenizaron la noche con tranquilas versiones de algunos canciones de rock nacionales e internacionales. Pero el público, terco y antipático, se mantuvo distante mirando a través del vaso de plástico.

Bastante avanzada estaba la noche cuando las Kumbia Queers llegaron al improvisado escenario. De un momento al otro las mesas plegables que estorbaban desaparecieron a manos del público que quería hacerse de un buen lugar para ¿mirar? ¿poguear? ¿bailar?. Ali Gua Gua, cantante de importación desde México, tomó el mando y al grito de “Cumbia nena!” las caras de punky resentido desaparecieron y con “Control Remoto” inició la noche de baile. El tecladito hizo su aparición junto a Rocktavia en “Chica de calendario” y el bailongo con mix de recital se terminó de formar: parejas que intentaban moverse como si fuera bailanta, mezcladas con los aquellos que no saben bailar si no es haciendo pogo y hacían lo posible para convertir esos empujones en pasitos improvisados.

En el segmento de covers, las rítmicas mujeres hicieron “Kumbia dark”, la versión tropipunk de “Lovesong” de The Cure y “Metamorfosis adolescente” de Flema, donde los puños de acompañamiento cambiaron el ritmo de agite para abrir los apretados dedos y mover la mano al estilo tropical. “La isla con chicas” fue la balada adaptada de Madonna y su “Isla bonita” y cerrando sonó, de la mano de Pilar y su guitarra, “Chica de metal”, adaptación de “Iron Man” de Black Sabbath.

Luego de saludar a todos y presentar oficialmente el desembarco de la gira Livin' la birra loca tour en Rosario, sumaron al set fiestero de la noche “El veraneo”, la canción de amor platónico “Daniela” y Juana Chang con su charango le puso voz a “Feriado nacional” y el hit que tranquilamente podría ser radial, “Celosa”. Para este himno se subió un amigo llamado Augusto que colaboró con el saxo y un torpe baile. Las Kumbia adelantaron material nuevo tocando “Valeria” y la oscura “Kumbia Zombie” fue dedicada para “todos los que no encajamos y somos zombies de la cumbia”.

Notable fue la respuesta de la gente que, además de cantar con fervor cada uno de los temas de principio a fin, suplicó que las muchachas no se bajaran del escenario cuando, pasadas 3 y media AM, las viejas rockeras amagaron con terminar la noche. “Ya se aburrieron?”, preguntó Ali y una negación masiva hizo vibrar el lugar. “Kumbia nena”, gritaban de arriba, “Kumbia Queers”, coreaban abajo.

El desconsolado final llegó después de casi una hora y media de show, pisando las 4 y cuarto de la mañana. Antes de despedirse, Kumbia Queers retomó sus raíces y el punk rock brotó al tocar su versión de “Caballo viejo”, fue entonces que la cerveza voló por los aires y el cachengueo se volvió un pogo cariñoso.

La primera visita de Kumbia Queers fue sin dudas un éxito, pero la pregunta sigue inconclusa. Claramente las ex She Devils y Ultrasónicas provocaron reacciones desconocidas, hasta el momento, en el obstinado público local. No se sabe a ciencia cierta si la diversión de la gente se debió a la hora y el precio del porrón o a que, al fin, el género se está abriendo a nuevos horizontes como tanto le cuesta hacer. Habrá que esperar el ansiado regreso de las KQ para confirmar las teorías y volver a ver al clásico público under de Rosario desestructurarse y bailar como si se hubieran tomado todo el malbec de la barra libre de un casamiento.

Pueden ver la entrevista aqui...
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=btZ_egAHBqI

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