y aqui la nota en el clarin que nos hizo Nicolas Artusi quien tambien asistio a la fiesta de presentación del disco en el bauen....
http://www.si.clarin.com/2010/10/29/home/02208277.html
"Como banda de cumbia somos muy rockeras"
Con su nuevo disco ("La gran estafa del tropipunk"), el grupo de chicas argenmex cita tanto a los Sex Pistols como a la Tigresa del Oriente en su inusual Do It Yourself bailantero.
Por: Nicolás Artusi
"No puedo despedirme sin contarles lo que pasó anoche.", provoca desde el escenario la charanguista Juana Charang y una multitud aúlla, sobre música de La isla bonita, de Madonna: "Anoche, una mina en San Telmo/ me recomendó un lugar sensacional/ lleno de chicas bonitas/ yo ya quiero estar ahí, lejos de aquí". Ellas bailan solas. La tropicalía copa la madrugada en el salón de actos del bolivariano Hotel Bauen, cachete con cachete, manito con manito: la fiesta celebra la salida del segundo disco de las Kumbia Queers, La gran estafa del tropipunk, y mientras la monada agita la manito así, así, así, Guillo, un bailarín infiltrado, compara: "A falta de punk, buenas son las tortas".¡Mueva, mueva! Después de un incendiario primer disco (Kumbia Nena!, del 2007, caliente e imperfecto como toda repostería artesanal), el combinado argenmex saca hoy su segundo álbum, que consolida la hibridación de géneros como patente de época (cumbia + rock + punk) y estrena productor, Pablo Lescano, con estudio de grabación y músicos invitados. "Imaginate: gente que toca bien, ¡algo raro para nosotras!", ironiza la baterista Inespector. Con el gurú de la cumbia villera se sumergieron en la movida tropical autóctona: "Pasamos una noche en su camioneta, lo acompañamos a diez shows, sin camerinos ni prueba de sonido", se maravilla la cantante mexicana Ali Gua Gua: "En mi país, la cumbia es romántica, pero acá es como un recital de punk rock". Para Juana, en el camino "bautizamos un género": si el tropipunk combinó el sonido latinoamericano con la augestión rabiosa del Do It Yourself, ellas ahora denuncian su "estafa" y se ubican en el limbo. "Como banda de cumbia somos muy rockeras", dice la guitarrista Pila Zombie Jackson: "Y como banda de rock somos muy cumbieras"."En este mundo efervescente, los prejuicios desaparecen", le había dicho al Sí! el español Eloy Fernández Porta, autor del libro Homo Sampler, tiempo y consumo en la era afterpop: "Florecen los vínculos entre los géneros y así ocurren fenómenos sorprendentes". En su ensayo, Eloy escribió: "El objeto de consumo actual contiene aditivos, llámense vanguardia, trash, crítica cultural, desinformación o la herencia misma del pop". Todo eso se conjuga en las Kumbia Queers, que en estos tres años se convirtieron en un módico fenómeno panregional, llegaron hasta Qatar ("pasamos una noche en el desierto"), editaron su disco en Japón, tocaron en el festival Queertopia en un bosque helado de Suecia y se perdieron en el mercado de Tepito, en el DF mexicano, "como La Salada pero de discos piratas". En cada excursión, cien álbumes se comprimían en un DVR, con cumbia mexicana, colombiana o peruana, "psicodelicona, surfera y rockera". ¿Infómanas? "Más que nada, tenemos voracidad por la música", admite Juana, y la bajista Pat Cumbiadaver relativiza: "Con el tiempo, te pasa como con los libros: desarrollás una intuición sobre lo que es bueno". En la noche del sábado en el Bauen, y como en toda maratón bailantera, las chicas sudan el escenario, animan un torneo de hula-hula (con Juana autodefinida como "la Teté Coustarot del underground") y suspenden el show quince minutos para hidratar al gentío que, acalorado y con barra accesible ($ 10 la cerveza), baila adaptaciones cumbieras de Black Sabbath, Serge Gainsbourg, Madonna o Nancy Sinatra. A menos de quince cuadras, Wendy Sulca, Delfín y la Tigresa del Oriente, "las estrellas de YouTube", animan a otra multitud que, en afán por "lo bizarro", se mofa de los artistas: "Aprendimos mucho de la Tigresa y su neorrealismo tropical", dice Juana y, ahí donde YouTube sea "el teatro de lo absurdo", según Ali Gua Gua, ellas se despegan del bochorno virtual que mezcla a Zulma Lobato con un imitador de Michael Jackson o el cartonero que canta ópera: "Cuando era chica había cuatro canales de tele y todo era bastante horrible también. Por lo menos ahora hay más de todo", recuerda Pila: "En los '60, los jóvenes escuchaban folklore, pero apareció Sandro y lo acusaron de grasa. En los '70 y los '80, se oía rock. Y en el 2000. todo está mezclado. Ricardo Iorio puede meter Cambalache en un tema heavy metal".¿El mundo fue y será una porquería? Nah. "Hablás con otra y me pongo loca/ ¿quién te saluda tan cariñosa?/ te gusta, te mira y se nota/ no le dijiste que tenés novia", cantan en su nuevo hit Celosa y, mientras anuncian fecha especial para el 6/11 en la fiesta Eyeliner como epílogo de la primera Marcha del Orgullo Gay con matrimonio igualitario, ellas hacen activismo por el amor sin censuras y como declaración de una chica que se tiñe, se depila y adelgaza. para conquistar a otra. ¿Tintura, depilación y dieta? Entre tanta confusión, una certeza: eso, señoras, no puede ser más que auténtica pasión tropical.
Pablo Lescano > En el estudio con el gurú
"Es un tipo que busca cosas raras, distintas": así define Flor Linyera, tecladista de las Kumbia Queers, a Pablo Lescano, el productor de su segundo disco, La gran estafa del tropipunk. Cayó una noche en que las chicas tocaban en el fondo de una tanguería, después de haber compartido fecha con Damas Gratis en una fiesta Zizek. Y se hizo la magia. "Enseguida nos invitó a una bailanta y salimos de gira con él", resume Ali Gua Gua, que exagera: "Después de eso, nos encerramos en el Tigre por dos meses". En realidad, fueron 15 días que valieron como 60: con las maquetas de los temas ya armadas, grabaron en Qué les importa Mix Recording, el estudio de Pablo en San Fernando. "¡Todo el tiempo llama a alguien!", se sorprende Flor: en un tránsito rápido se impuso la mística del "vi luz y subí". Pablo funciona como un radar que sintoniza la música popular sin prejuicios. Así, terminó produciendo Mal carácter, la versión cumbiera de un tema de... Serge Gainsbourg. Para el recuerdo, una postal criollita: "¡Fue un disco que grabamos tomando mate dulce!".
nota del blog
zafamos en la nota del si....temiamos por la not ade tapa ya que la anterior vez que salimos ahi fue en 2008 cuando fuimos de gira desde canada usa mexico y usaron una foto que estamos en la ruta pero nos recortaron y nos pusieron sombreritos mexicanos! tambien en la misma nota ...bueno no quedamos muy bien en algunos aspectos y delcaraciones. ahora todo tranqui.
pd. gracias Nicolas artusi y eugenia tavano.
http://www.si.clarin.com/2010/10/29/home/02208277.html
"Como banda de cumbia somos muy rockeras"
Con su nuevo disco ("La gran estafa del tropipunk"), el grupo de chicas argenmex cita tanto a los Sex Pistols como a la Tigresa del Oriente en su inusual Do It Yourself bailantero.
Por: Nicolás Artusi
"No puedo despedirme sin contarles lo que pasó anoche.", provoca desde el escenario la charanguista Juana Charang y una multitud aúlla, sobre música de La isla bonita, de Madonna: "Anoche, una mina en San Telmo/ me recomendó un lugar sensacional/ lleno de chicas bonitas/ yo ya quiero estar ahí, lejos de aquí". Ellas bailan solas. La tropicalía copa la madrugada en el salón de actos del bolivariano Hotel Bauen, cachete con cachete, manito con manito: la fiesta celebra la salida del segundo disco de las Kumbia Queers, La gran estafa del tropipunk, y mientras la monada agita la manito así, así, así, Guillo, un bailarín infiltrado, compara: "A falta de punk, buenas son las tortas".¡Mueva, mueva! Después de un incendiario primer disco (Kumbia Nena!, del 2007, caliente e imperfecto como toda repostería artesanal), el combinado argenmex saca hoy su segundo álbum, que consolida la hibridación de géneros como patente de época (cumbia + rock + punk) y estrena productor, Pablo Lescano, con estudio de grabación y músicos invitados. "Imaginate: gente que toca bien, ¡algo raro para nosotras!", ironiza la baterista Inespector. Con el gurú de la cumbia villera se sumergieron en la movida tropical autóctona: "Pasamos una noche en su camioneta, lo acompañamos a diez shows, sin camerinos ni prueba de sonido", se maravilla la cantante mexicana Ali Gua Gua: "En mi país, la cumbia es romántica, pero acá es como un recital de punk rock". Para Juana, en el camino "bautizamos un género": si el tropipunk combinó el sonido latinoamericano con la augestión rabiosa del Do It Yourself, ellas ahora denuncian su "estafa" y se ubican en el limbo. "Como banda de cumbia somos muy rockeras", dice la guitarrista Pila Zombie Jackson: "Y como banda de rock somos muy cumbieras"."En este mundo efervescente, los prejuicios desaparecen", le había dicho al Sí! el español Eloy Fernández Porta, autor del libro Homo Sampler, tiempo y consumo en la era afterpop: "Florecen los vínculos entre los géneros y así ocurren fenómenos sorprendentes". En su ensayo, Eloy escribió: "El objeto de consumo actual contiene aditivos, llámense vanguardia, trash, crítica cultural, desinformación o la herencia misma del pop". Todo eso se conjuga en las Kumbia Queers, que en estos tres años se convirtieron en un módico fenómeno panregional, llegaron hasta Qatar ("pasamos una noche en el desierto"), editaron su disco en Japón, tocaron en el festival Queertopia en un bosque helado de Suecia y se perdieron en el mercado de Tepito, en el DF mexicano, "como La Salada pero de discos piratas". En cada excursión, cien álbumes se comprimían en un DVR, con cumbia mexicana, colombiana o peruana, "psicodelicona, surfera y rockera". ¿Infómanas? "Más que nada, tenemos voracidad por la música", admite Juana, y la bajista Pat Cumbiadaver relativiza: "Con el tiempo, te pasa como con los libros: desarrollás una intuición sobre lo que es bueno". En la noche del sábado en el Bauen, y como en toda maratón bailantera, las chicas sudan el escenario, animan un torneo de hula-hula (con Juana autodefinida como "la Teté Coustarot del underground") y suspenden el show quince minutos para hidratar al gentío que, acalorado y con barra accesible ($ 10 la cerveza), baila adaptaciones cumbieras de Black Sabbath, Serge Gainsbourg, Madonna o Nancy Sinatra. A menos de quince cuadras, Wendy Sulca, Delfín y la Tigresa del Oriente, "las estrellas de YouTube", animan a otra multitud que, en afán por "lo bizarro", se mofa de los artistas: "Aprendimos mucho de la Tigresa y su neorrealismo tropical", dice Juana y, ahí donde YouTube sea "el teatro de lo absurdo", según Ali Gua Gua, ellas se despegan del bochorno virtual que mezcla a Zulma Lobato con un imitador de Michael Jackson o el cartonero que canta ópera: "Cuando era chica había cuatro canales de tele y todo era bastante horrible también. Por lo menos ahora hay más de todo", recuerda Pila: "En los '60, los jóvenes escuchaban folklore, pero apareció Sandro y lo acusaron de grasa. En los '70 y los '80, se oía rock. Y en el 2000. todo está mezclado. Ricardo Iorio puede meter Cambalache en un tema heavy metal".¿El mundo fue y será una porquería? Nah. "Hablás con otra y me pongo loca/ ¿quién te saluda tan cariñosa?/ te gusta, te mira y se nota/ no le dijiste que tenés novia", cantan en su nuevo hit Celosa y, mientras anuncian fecha especial para el 6/11 en la fiesta Eyeliner como epílogo de la primera Marcha del Orgullo Gay con matrimonio igualitario, ellas hacen activismo por el amor sin censuras y como declaración de una chica que se tiñe, se depila y adelgaza. para conquistar a otra. ¿Tintura, depilación y dieta? Entre tanta confusión, una certeza: eso, señoras, no puede ser más que auténtica pasión tropical.
Pablo Lescano > En el estudio con el gurú
"Es un tipo que busca cosas raras, distintas": así define Flor Linyera, tecladista de las Kumbia Queers, a Pablo Lescano, el productor de su segundo disco, La gran estafa del tropipunk. Cayó una noche en que las chicas tocaban en el fondo de una tanguería, después de haber compartido fecha con Damas Gratis en una fiesta Zizek. Y se hizo la magia. "Enseguida nos invitó a una bailanta y salimos de gira con él", resume Ali Gua Gua, que exagera: "Después de eso, nos encerramos en el Tigre por dos meses". En realidad, fueron 15 días que valieron como 60: con las maquetas de los temas ya armadas, grabaron en Qué les importa Mix Recording, el estudio de Pablo en San Fernando. "¡Todo el tiempo llama a alguien!", se sorprende Flor: en un tránsito rápido se impuso la mística del "vi luz y subí". Pablo funciona como un radar que sintoniza la música popular sin prejuicios. Así, terminó produciendo Mal carácter, la versión cumbiera de un tema de... Serge Gainsbourg. Para el recuerdo, una postal criollita: "¡Fue un disco que grabamos tomando mate dulce!".
nota del blog
zafamos en la nota del si....temiamos por la not ade tapa ya que la anterior vez que salimos ahi fue en 2008 cuando fuimos de gira desde canada usa mexico y usaron una foto que estamos en la ruta pero nos recortaron y nos pusieron sombreritos mexicanos! tambien en la misma nota ...bueno no quedamos muy bien en algunos aspectos y delcaraciones. ahora todo tranqui.
pd. gracias Nicolas artusi y eugenia tavano.
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