martes, 14 de septiembre de 2010

estafan con rolas!


la foto es del ultimo recital de la gira en europa sitio barcelona (agosto 2010), rocksound el reci fue KUMBIA QUEERS/ LOS CUZCOS...impresionante combinacion explosivo show.


aqui la nota que salio en el sitio / revista llegas



Arriba las manos


LA GRAN ESTAFA DEL TROPIPUNK ES EL NOMBRE DEL SEGUNDO DISCO DE LAS KUMBIA QUEERS, CON PRODUCCION DE PABLO LESCANO, EL PHIL SPECTOR DE LA CUMBIA VILLERA. MAGDALENA SEEBER HABLO CON LAS LOCAS PUNK AND ROLLERS Y ADELANTA EL INMINENTE LANZAMIENTO.


Las Kumbia Queers, banda-fusión de las She Devils con Juana Chang, Ali Gua Gua (Ultrasónicas) y Florencia Lliteras, nació sin más intención que paliar el aburrimiento de un verano en Villa Urquiza. Su primer disco, Kumbia nena! (2007), es una recopilación de covers de sus bandas preferidas (The Cure, Black Sabbath, Nancy Sinatra) “torcidos al ritmo de cumbia”, más cuatro temas propios. Hoy, tres años después, las “seis locas punk and rollers” –como se autodefinen en su página web– descansan luego de una intensa gira europea (23 shows en 35 días), y se preparan para sacar su segundo disco y salir nuevamente a la ruta, esta vez, rumbo al interior de la Argentina, Chile y Uruguay.Producido por Pablo Lescano, líder de Damas Gratis, La gran estafa del tropipunk las encuentra ya consolidadas como banda y con una formación fija. El sexteto, de pura cepa rockera, está integrado por una mexicana (Ali, vocalista) y cinco argentinas, característica transnacional que aseguran que, aunque se complique para viajar, es “espectacular a la hora de componer”.–

Al primer disco lo hicieron para divertirse. ¿Cómo fue el proceso de grabación del segundo, La gran estafa del tropipunk?

Pilazombie. –Fue una locura, ¡como todo lo que nos viene pasando! Nos pusimos a hacer cumbia sin saber cómo tocarla, y al segundo disco se nos apareció Pablo Lescano queriendo producirnos. Su idea, al principio, era grabar Kumbia nena! todo de nuevo, porque para él estaba mal, pero le dijimos que no, que así había salido y así nos gustaba. Para La gran estafa… escuchamos toneladas de cumbias. Nos fanatizamos con la peruana de los ‘60, con la poblana de México, la santafesina, la villera, la electrónica y los clásicos y maestros de Colombia. Las canciones nuevas tienen influencias de todo esto. Además, Pablo nos enseñó y aportó muchísimo.

Juana Chang. –El primer disco lo hicimos jugando, en un mes, a medida que sacábamos las canciones y aprendíamos a tocar cumbia. Para el segundo ya contábamos con bastante experiencia y nos tomamos más tiempo. Escuchamos mucha música y pudimos componer y elegir bien los temas. Trabajamos con el productor que queríamos, que es un grande en lo suyo y nos hizo sonar buenísimo. Además, en este disco hay más canciones propias, aunque incluimos algunos covers de cumbias desconocidas que nos fueron gustando en el camino.

–¿Cómo viven el crecimiento de la banda, teniendo en cuenta que la empezaron para divertirse? ¿Se fue dando de a poquito o lo vivieron como algo repentino?

PZ. –Nosotras venimos tocando hace como veinte años, yo no creo que sea nada muy repentino. Creo que todo lo que uno hace lleva a lo que sigue, pero jamás nos imaginamos que esta unión sería tan fuerte, duradera ¡y divertida! Para mí, una clave del éxito es que funcionamos muy bien como equipo, como amigas, como grupo. Creo que eso se nota en vivo y es la causa de que los recitales de las KQ sean como son. ¡Para nosotras es una fiesta!

JC. –Los cambios se van dando tanto de a uno, como de forma repentina. Estamos muy contentas con el crecimiento de la banda: poder viajar, trabajar con gente talentosa y seguir sumando.

–¿Encuentran muchas diferencias entre el circuito cumbiero y el rockero?

PZ. –Miles, todas... ¡Son el agua y el aceite! De hecho, hay rockeros que aborrecen la cumbia, la odian tanto que yo creo que tienen algún otro rollo y les explota por ahí. Si a un cumbiero le preguntas por Los Ramones, capaz ni los conoce, pero preguntale a un rockero por Comanche… ¡Le sale un odio jodido de adentro!

JC. –Yo veo que en los últimos tres años mucha gente se acercó a la cumbia. En Argentina, en México y en Chile hay una escena importante, e incluso en Alemania nos encontramos con chicos que hacían cumbia villera, y eso está buenísimo.

–Les va muy bien en Chile y en México. ¿Varía mucho el público de cumbia en los diferentes países?

PZ. –Con público de cumbia tocamos sólo en México, en el salón California, donde ni miran a la banda: lo único que quieren es bailar. La primera vez que tocamos ahí no se movió nadie, nos queríamos matar, pero fuimos dos años después y logramos que todos bailaran. ¡Aprobadas!

JC. –Nuestros públicos se parecen bastante en todos lados; yo creo que las diferencias están entre el público de cumbia en general y el público de las Kumbia Queers en particular.

–Una vez tocaron un cover de El Otro Yo de la canción La música. ¿Lo incluyeron en el disco nuevo? ¿Qué opinó el vocalista, Cristian Aldana, que solía empezar sus recitales despotricando contra la cumbia?

PZ. –Sabemos que les encantó a los dos, a Cristian y a María Fernanda (Aldana). Es un tema buenísimo y nos parecía que entraba perfecto en ritmo de cumbia. Las seis somos fanáticas y amigas hace mucho de El Otro Yo. Ellos nos ayudaron mucho con She Devils, y el que primero me habló de las Ultrasónicas fue Cristian. ¡Son lo más!J

C. –No lo metimos en este disco, pero cuando lo grabemos, queremos que los coros los haga María Fernanda. A Cristian le contamos y se rió mucho.
MAGDALENA SEEBER

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